En una columna publicada en el diario La Nación, el presidente Javier Milei descartó que el Gobierno vaya a impulsar una devaluación y arremetió contra los economistas que alertan sobre un supuesto atraso cambiario. En el artículo, el mandatario defendió su visión sobre el tipo de cambio real (TCR) y desestimó las críticas que sugieren que el peso argentino está sobrevaluado.
Milei argumentó que los análisis técnicos que advierten sobre un atraso cambiario están basados en metodologías erróneas y supuestos incorrectos. Según el presidente, los economistas que sostienen esta teoría incurren en errores metodológicos graves, como asumir que existe un equilibrio general intertemporal estable o que el tipo de cambio debe revertir a un promedio histórico arbitrario.
El mandatario comparó distintos escenarios económicos previos y aseguró que su gobierno no se encuadra en ninguno de los patrones clásicos de atraso cambiario, como los vividos durante el kirchnerismo, el macrismo o las dictaduras militares. Destacó que, a diferencia de esos modelos, su administración logró superávit fiscal, lo que elimina la necesidad de emisión monetaria y reduce la presión inflacionaria y cambiaria.
Milei también mencionó la relación entre bienes transables y no transables para justificar la apreciación del peso y sostuvo que la baja del gasto público contribuye a una caída del tipo de cambio real sin generar desajustes macroeconómicos. Asimismo, citó datos del Banco Mundial que indican que el PBI per cápita a paridad de poder adquisitivo en Argentina es de 30.000 dólares, mientras que a dólares corrientes es de 15.000, lo que, según él, demuestra que el dólar podría cotizar incluso más bajo.
Finalmente, el presidente subrayó que la oferta monetaria se contrae mes a mes debido al superávit fiscal y la recomposición de la demanda de dinero, lo que, en su visión, refuerza la estabilidad del peso y quita "combustible monetario" para una suba del dólar. En un tono desafiante, aseguró que su gobierno no devaluará para beneficiar a economistas que buscan "redimirse de sus malos pronósticos de 2024" y remató que "no vamos a hacer pagar a los argentinos de bien los errores de consultores y opositores".