En un hecho inusual para la economía argentina, los precios de la indumentaria registraron una caída en enero, marcando la primera baja en seis años. Según los datos del INDEC, el rubro "Prendas de vestir y calzado" tuvo una variación negativa del 0,4% en el último mes, en un contexto de desaceleración inflacionaria.
El retroceso de los precios en la ropa se da en un mes donde la inflación general fue del 20,6%, según el índice de precios al consumidor (IPC). Analistas atribuyen esta baja a la caída en el consumo, las liquidaciones de temporada y una menor presión sobre los costos de producción. Además, la apertura de importaciones y la menor demanda de textiles impactaron en el sector.
Pese a esta leve baja mensual, la indumentaria sigue siendo uno de los rubros con mayor aumento interanual. En los últimos doce meses, el sector acumuló una suba del 178,5%, por encima del promedio general de inflación.
El descenso en los precios también responde a una readecuación del mercado tras los fuertes incrementos registrados en 2023. Expertos señalan que la caída del poder adquisitivo y la retracción del consumo forzaron a los comerciantes a moderar los precios para incentivar las ventas.
Desde el Gobierno señalan que esta situación podría continuar en los próximos meses si persiste la tendencia de menor demanda y ajuste en los costos. No obstante, las proyecciones de inflación a futuro siguen siendo inciertas, con analistas anticipando subas en otros sectores de la economía.
Mientras tanto, los consumidores aprovechan la inusual baja de precios para renovar su vestuario en medio de una economía en constante movimiento.